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domingo, 6 de mayo de 2012

EXCEPCIONAL Y COSTOSÍSIMO DESPLIEGUE DE LA GUARDIA CIVIL EN LA COSTA DE AJO.

Zona de despliegue del operativo de la Guardia Civil.


POR TIERRA,  POR MAR  Y POR AIRE:
Así se presentaron en la mañana de ayer efectivos de la Guardia Civil en la costa de Ajo (Cantabria),  con los siguientes medios materiales y efectivos humanos:

1 helicóptero
1 lancha interceptora
2 lanchas neumáticas
4 todo terrenos
20? efectivos de la Guardia Civil.
Cuando los vecinos, turistas y curiosos observaron este inusitado despliegue de la Guardia civil, realizado en los acantilados de la zona del Faro de Ajo, pensaron que algún accidente o  desgracia muy grave había ocurrido en la costa de Ajo:    encallamiento de algún barco, rescate de alguien que hubiera caído a la mar, etc.-
Pero cuando se acercaron a la zona, constataron con sorpresa que se trataba “simplemente” de una operación contra la pesca furtiva de percebes por parte de 3 vecinos del pueblo. La gente no se podía creer que para esta acción se utilicen tal cantidad de recursos humanos y materiales, cuando se ha constatado que para casos de verdadera necesidad de rescate, no se emplean ni la mitad de estos medios y se tarda en demasía en llegar al lugar del accidente.
La operación fue todo un espectáculo y los que presenciaron el hecho, comprobaron que el helicóptero sobrevoló el lugar donde estaban pescando percebes durante UNA HORA Y MEDIA, con el coste económico que ello representa.
El acontecimiento ha sido el comentario general de los vecinos de este pueblo costero, que no llegan a creerse que pueda despilfarrarse tal cantidad de recursos para “pillar” a 3 vecinos,  que lo único que pretendían es pescar un puñado de percebes para degustarlos con su familia y amigos. Con la época de recortes  que el actual Gobierno Regional está realizando en todas las áreas, no se llega a entender que se emplee tal cantidad de dinero en este tipo de operaciones, con el resultado de un pescador furtivo “cazado”, que posiblemente esté en el desempleo y no pueda hacer frente a la fuerte sanción económica que le puedan imponer.
A este respecto, nos hacemos  portavoces de los lugareños del pueblo que afirman que los  percebes que no se pescan regularmente, acaban apelotonándose en grandes piñas o manojos, pero dando como resultado un aspecto enfermizo, arrugado y “aguachines”, que no saben a nada y no sirven para la venta al público. Sin embargo, si se pescan habitualmente, acaban por fortalecerse y robustecerse de forma significativa.
Está comprobado que las zonas en que se pescan al inicio de la primavera, al cabo de  un mes o poco más, los percebes se han vuelto a reproducir, y con una textura mucho más fresca, más gordos  y fortalecidos por el sol y la lluvia.
Los lugareños de las zonas costeras, que siempre han pescado para el consumo casero, tienen a gala el comparar el percebe con la hierba del prado: la hierba que no se siega regularmente, acaba muriendo y apelmazándose; sin embargo, cuando se siega, al cabo de muy poco tiempo vuelve a brotar y crecer con más ímpetu y fortaleza.- Ocurre lo mismo con los percebes: si se pescan y los baña la lluvia y el sol, vuelven a recriarse al poco tiempo.
Y siguen opinando que debería permitirse a los vecinos la pesca  de una cantidad equilibrada de percebes, debidamente controlada por quién corresponda, para consumo personal, de tal manera  que no se esquilme la costa, porque entienden que dicha extracción no es perjudicial para la recría del percebe.